Todos los Santos

Ese momento antes de saber que ya no la vas a volver a ver, ese sentir perder el miedo, irte al lado del alma de ese ser perdido, ganado por los años que has compartido. Por el amor que te ha regalado lo vivido, lo reído y lo ganado. ¿Cuánto valoras esa alma que se ha ido? ¡Cómo vivir sin ello! Cuando alguien te dice que se fue, que se va, que ya no está. Los pies sabrán flotar, tropezar y frenar, los ojos míos, los tuyos dejan de ver, todo está nublado. La tristeza es tu legado, ese reloj que parece estar parado, ese corazón que palpita tan rápido.

Llega la hora del límite, de no saber si es verdad que hay una vida allá o una despedida, adiós. ¿No, por qué? Mientras viva en ti no morirá, el tiempo es ingrato, ignora tu sentir, tu deseo de no perder ese ser… Ahí tú no tienes control, solo ira y soledad ¿aprendes a vivir con ese sentimiento? ¡No, solo son momentos! Lo sueltas cuando dejas de perder tiempo, tu tiempo. Valoras más la vida, los segundos que esa muerte te da ¿meses?, ¿años?

No lo sé, ¡tú no lo sabes! Dejar ir… es de ley, ¡no moriré contigo! ¿Si yo me voy, quién te recordará? Dime, ¿quién? Yo estaré, hasta que tu recuerdo jamás muera conmigo. Te lloraré porque no puedo controlar lo que pienso, ni lo que siento. Escucho tu voz en mi interior y vivo para no olvidar tus deseos. Tengo paz porque tú eres parte de mí, tengo sed porque sé que tú me darás de beber. Grito, grita, gritaremos pero jamás olvidaremos los recuerdos de ayer, tan cercano y tan lejano … ¿quién lo podrá entender?

Yo, ¡no! Ni sé cómo hacer eso, lo que sé es que aquí tampoco yo o tú nos vamos a quedar, es un regalo la vida por eso hay que sentirla, quemarla, desearla y cómo no agradecerla. Mal vivir es morir, enterrar tus sueños, olvidar tus emociones es perder más que lo ya perdido. Yo algún día también me iré, alegre y contenta de lograr dejar tres estrellas a brillar, por eso sé que jamás podré olvidarme, olvidarte, que me olviden. Me recordarán porque son remiendos de ti, hechos por mí ¡madre!

La muerte es para los que no temen morir y saben ser felices viviendo libres en agua y fuego, que siguen las pizarras de antes y se iluminan por el blanco de la luna, el calor del sol, se dejan empujar por el viento, respiran en aire y vuelan en cielo firme… Algún día nos iremos… ¿Quién te recordará?

Deja un buen recuerdo, deja un buen grito, deja valores como migajas para que ellos, esos que has parido no se mueran porque ¡tú ya no estés! Que siga ese legado sin partido pero lleno de vida, buenos recuerdos, risa y amor.

Para vosotros padre y madre, gracias por ser yo siempre… ¡En paz!

Por S.R.

La muerte es para los que no temen morir y saben ser felices viviendo libres

¡Cuando no ves, te Veo!

Al menos yo te veo, tú te ciegas en tu miedo al que tu pasado te ha condenado, no estaba nada planificado. Solo fue una mirada extraña, un idioma confuso, una búsqueda de pasión ¡una complicidad complicada! Yo no estaba asustada, nada más me importaba que pasara la semana para volver a verte, mi corazón palpitaba, el reloj se paró, un escalofrío me rodeó, no era tiempo era tu miradaEsa noche que me abrigaste mi soledad, sentí volver a mi.

Ya que por tantos años he estado por otro olvidada y sin sentir interés por nadie, ese momento ardió mi silencio ya no eras un desconocido, ahora éramos amantes del cariño de la pasión del hambre de un pobre mendigo. Ahora tú eras mío, mi secreto, mi locura, mi noche, mi delirio ¡mi amor prohibido!

Cuando no estás, yo espero que estés… que cupido no se equivoca al tenernos, que Dios no nos ha maldecido, ya que la vida nos ha unido ¿No? Hoy aclamo tu silencio, te busco en mis sábanas y con ellas te recuerdo limpiando mis lágrimas ¡Que suene el teléfono por Dios!

Hay paloma, mía tráeme su mensaje ya que nadie podrá borrar su recuerdo en mi… preguntaré al universo cuánto tiempo podré aguantar, ese me contesta que ¡todo depende de mi! Alegro mi alma, lucharé dándome el valor de no querer perderte sin antes volver a tenerte, besarte ¡conocerte! ¡Prepárate amado mío para no dejar de verme, cuando yo no te veo!

Por S.R.

Tiempo…

El tiempo nos hace perder grandes momentos por culpa de un amigo lleno de envidia, un amor lleno de traiciones, un hijo ingrato, al igual que aquellos que dedican su tiempo al daño y al insulto, viviendo la vida de los demás sin pensar en sí mismos.

El tiempo, sí pasa y creo que se malgasta en el recuerdo y la amargura. Luego llegamos a una edad en la que, si nos paramos delante de un espejo, nos revela todo lo perdido, incluso los años de juventud. Luchamos contra ello con dietas, gimnasios, tratamientos e inyecciones para poder ocultar nuestra verdadera edad.

¿Quién limpia tu alma después de tanto daño pasado o hecho? ¿Acaso una operación de estética? ¿En serio?

Puedes cambiar tu aspecto, pero nadie cambiará el pasado por borrar unas arrugas. ¡Fuera engaños!

El tiempo… no perdona, y mucho menos olvida. ¿Tiempo o engaño?

Por S.R.