Madrastras… ¿Obligaciones sin Derechos?

En esta lucha de rivalidades entre ex y futuras esposas, ¿hay una guerra entre Madres y Madrastras? ¿Qué pasa con los Padres de esas criaturas? ¿Quién los manipula, los hijos, las Madres, las malvadas Madrastras? En esta carretera de viaje de altos y bajos, de paradas y seguidas, por luchas tan simples como la búsqueda de un protagonismo ya roto. El mandar un hijo que odie a otra mujer que en un tiempo limitado hace el trabajo de aguante de reproches, de rabia y odio; y aun así acepta las exigencias, las culpas de un ser que no es suyo. ¿Quién manda o pone paz en tal relación?

¿Acaso es derecho hacer de un hijo traficante de sentimientos, engaños y mentiras, solo por ganar una guerra ya perdida? En mi época, las Madrastras eran las de la verruga en la frente, las malas. Hoy por hoy, os digo, dado mi conocimiento y después de tanto escuchado, creo que si Disney volviera con algunos de esos cuentos… Las Madres serían las que llevarían verruga en la frente y esos padres que vacilan de custodias compartidas serían el mayordomo de su propio pasado, lo que no sé es quién es la bestia o la bella…

Se condena el tráfico de drogas, las estafas, el robo, me pregunto: ¿Dónde está la justicia cuando se trafica con vidas inocentes culpando al inocente de un error pasado? ¿Tanto daño puede hacer una familia feliz? ¿Acaso importa quién sea Madrastra? ¿Por qué tanta vergüenza y tan poco reconocimiento?

Yo S.R. soy madre, me titulaba como una gran Madre… hoy sé que lo soy porque he tenido la oportunidad de ser también una madrastra. Sé que el amor es tan generoso que se puede amar sin fronteras, siempre que una sepa ser hija, mujer y madraza, un hijo no es negocio, solo es un hijo. No siempre las obligaciones tienen derechos, la verdad es la luz y el cariño el camino de liberar la maldad.

Pregunto: ¿En qué garaje se esconde la escoba, en el de la madre o en el de la madrastra? Parir es dolor, criar es amor, sin gorros ni trajes. Simplifica y deja que un inocente encuentre la felicidad, eso es saber ser Madre.

Por S.R.

¿Traición?…

¿Qué pasa cuando tus sueños soñados despiertos se hacen dormidos y no los ves? ¿Cuándo las palabras se hacen sordas y no te escuchas? ¿Cuándo las promesas antes de hacerse reales se mueren y no te inmutas? ¡Así empezamos cada año, con aspiraciones y luchas que terminan sin cumplirse y al año próximo repetimos los mismos rituales para querer cambiar cosas que nunca llegan a su destino!

Es curioso cómo nos maquillamos y nos vestimos de gala para tapar nuestros defectos, olvidando los errores del año anterior para volver a empezar, ¿pero a qué? Somos tan estupendos que nos traicionamos a nosotros mismos al vivir con papeles en forma de dinero, que compran engaños y la soledad de otros, engañando así un amor inventado.

¿Qué pasa con tu verdad? Un brindis… Y brindamos por otro año, generalmente rogamos que sea más y mejor. ¿Quién y cuáles brindan o piden cambiar tal engaño? Son pocos los que piden ser más y mejor persona, no solo con el de al lado, tu familia o con un aparente amigo, ¡sino contigo mismo!

¡No mientas a tu alma, brinda por tu caridad, por la verdad, destapa y sé tú! Desnudar la mente no es pecado, perdonarse es de sabios. Traicionar tu corazón por huir de la verdad, ¡eso sí es de… cobarde!

Por S.R.

¿¿¿Pecados???

Luchas en vano, promesas rotas por cobardía, pasados, errores arrastrados a un presente sucio, fallando un prometedor futuro… Pecados, pecamos por locuras pensando que tenemos la seguridad del mañana, nadie es de nadie y todos somos de todos si sabemos luchar por progresar en saber amar, respetar y ¡cómo no!… escuchar los ruegos de aquellos con quienes compartimos la vida y la cama.

Pecamos por no pelear a causa de miedos internos, lágrimas y pérdidas innecesarias… Solo tú puedes cambiar y escoger entre tu ayer y tu mañana. No sufras por lo que no has sabido llevar con éxito en tu día. Escucha a aquel que te susurra y pide paz, amor…

Una relación no es un grito, sino una caricia que siente tu corazón, no es un recuento de momentos compartidos. Echar culpas sin querer ser culpado podría pasarte factura. No llores por lo que pierdes, llora por lo que no has sabido retener. Intentar limpiar tu nombre humillando a aquel que te dio nombre, ¿es acaso un pecado?

No permitas que nadie use sus pecados para manchar tu futuro.

Por S.R.

¿¿¿ Momentos ???…

Hay momentos que escuchamos tanto los problemas y las decepciones de los demás que dejamos de escuchar el eco de nuestra mente. Hay momentos que nos metemos en guerras ajenas, en críticas ilusas, gritamos para participar, opinando de derechos humanos, defendiendo razas, opciones sexuales, colores de piel; incluso pateamos muros y rompemos leyes para ayudar a alguien… ¿Valientes cobardes somos?

¿Cuándo usaremos toda esa fuerza para vernos a nosotros mismos? ¿Acaso se puede amar, dar o sentir cargando una coraza por miedo a que los demás nos destapen? Cobarde es el que vive de luchas ajenas sin tener la valentía de enfrentar sus propios temores.

Creo que si uno va cargando con sombras del pasado jamás podrá desnudarse ante su presente y menos aún, planificar una felicidad futura ¡dejemos de ser tan amigos de los demás y tan enemigos de nosotros mismos! Si pones un grano de arena a causas ajenas a ti… coge antes una pala llena y regálatela a tí mismo… hay momentos ¡¡¡Sí!!! No pierdas el tuyo.

Por S.R.