Ser la mujer de un hombre con responsabilidades o viceversa, no es un camino fácil. Entiendo que algunos y algunas no aguanten ser una prioridad, ya que tienen que ser el centro de la vida de la persona que aman. ¿Cómo lograr que los hijos e hijas de otros acepten a los padrastros y a esas madrastras ya con título de maléficas certificadas por la Ex?
Por amor, aceptan compartir su pareja con esos hijastros, a veces tan complicados. Sin duda, es una situación dolorosa y molesta, más cuando también tienes tus propios hijos. ¿Cómo arreglar esta situación?
Con calma y diálogo, no con guerra ni disputa. Con paciencia y respeto, no con odio ni reproches. Cuando amas, tener el sitio en el corazón de ese amado es, sin duda, importante. No compitas, ayuda uniéndote a esa nueva familia. No pienses en el tiempo que has sufrido, lo que has escuchado o lo que te han insultado, o incluso lo que has perdido. ¡Infeliz es el que no valora esa lucha, ese aguante y ese… perdón!
¡Para el que no sabe amar, jamás serás su única prioridad! ¡Cobardes!
Por S.R.