Desamor…

Un viaje seguro, sin pasaporte ni visado. Una fecha sin edad, ni vuelta. Un vuelo entre nubes, sin saber si detrás de ese blanco gris está un cielo… Un placer corrupto pagado con penas, llantos y arrepentimientos, una sangre de euros sin paga fija.

Un dolor sin amnesia. Hipócritas sin verdades ni remiendos. Cínicos de ley perversa con argumentos usados por pieles muertas. Falsos, amigos de sombras sucias y manchas en sábanas de otros. Familias regadas en grandeza de interés general.

Muerte… miedo. Miedo en vida, vida en engaño. Engaño es realidad y tú y yo muertos en locura. ¿Engaños de vanidad expuestos como maniquíes sin escaparates valiosos? Un robo a tu mentira y un saludo a mi verdad. Muerte… sin plegarias, sangre de honor ya que tú solo has sido un puto error regado de grandeza de pobre, chuuuu…

No llores, no sufras, no te arrepientas de ser quien eres, tu voz está sorda porque tu cariño ya está muerto, esa bala tenía doble cara. Descansa tu excitación, tranquiliza tu inquietud, recuerda ya tienes tu salida, fue tu fe… ¡calla!

Que Dios te prepare tu cama de clavos… Muere tú conmigo mi vida que solo así me darás paz, un virus se olvida, un vicio no tiene cura ¡solo eras un caos! Recuerda tu amor eterno.

Por S.R.

Familias…

Pasan los tiempos, las leyes y las modas… Hoy gracias a esas familias de educación anticuada para muchos, son la salvación de muchos hogares… Es curiosa la amnesia que a algunos les traen los hijos. Nos quejábamos de una educación dura y ahora nos lamentamos de la poca vergüenza que tienen algunos. Muchos hipócritas aguantan más manías de los de fuera que de su propia familia, incluso se desvisten en críticas para tapar los fallos de otros que dicen ser ¡su familia!

Creo que se embriagan en su propia ira… Pagando en casa ya con gente nueva, cometen errores del presente ahogándonos en un pasado, intentando buscar sustituta, no una relación futura.

Cuidado con usar los valores de antes para desquitar una cobardía… La familia no es un hijo, marido, sino tus momentos de cimientos recordando quién fuiste. Por ello, jamás olvides quién eres, solo así sabrás tener el valor de aprender a valorar todo lo que, sin ser tuyo, se te ha regalado, hijos… ¿Familias?

Por S.R.