Hay momentos que escuchamos tanto los problemas y las decepciones de los demás que dejamos de escuchar el eco de nuestra mente. Hay momentos que nos metemos en guerras ajenas, en críticas ilusas, gritamos para participar, opinando de derechos humanos, defendiendo razas, opciones sexuales, colores de piel; incluso pateamos muros y rompemos leyes para ayudar a alguien… ¿Valientes cobardes somos?
¿Cuándo usaremos toda esa fuerza para vernos a nosotros mismos? ¿Acaso se puede amar, dar o sentir cargando una coraza por miedo a que los demás nos destapen? Cobarde es el que vive de luchas ajenas sin tener la valentía de enfrentar sus propios temores.
Creo que si uno va cargando con sombras del pasado jamás podrá desnudarse ante su presente y menos aún, planificar una felicidad futura ¡dejemos de ser tan amigos de los demás y tan enemigos de nosotros mismos! Si pones un grano de arena a causas ajenas a ti… coge antes una pala llena y regálatela a tí mismo… hay momentos ¡¡¡Sí!!! No pierdas el tuyo.
Por S.R.