Hazte grande aunque tu sueño sea pequeño, escucha tu ego. Sigue tus pasos aunque los veas lejanos, camina mirando al frente sin olvidar tus caminos pasados. No temas al miedo, no te mates mientras vives, solo respeta quién eres. No huyas al amor, ni vivas atrapado en tu pasado. No llores por lo perdido, ¡llora por lo que has pagado para poder volar!
El que te dijo que no puedes estaba borracho de rencor, el que te dejó no sabía tu valor. No escuches más esa voz de delirio, oye tu sonido de libertad. No te compadezcas por lo que has padecido. ¡Levántate! No te sobres más en tu día a día.
Recuerda el columpio donde eras feliz, el patio donde jugabas, recuerda quién eras… Vive hoy tu alegría, recordando esa risa pura, esos momentos de niña. Esas anécdotas de adolescente, ese trayecto de joven a ser mujer…
No pierdas el tiempo en estos duros momentos, cambia el viento. Recuérdalo, recupérate, encuentra tu salida y quédate a tu lado. Recuerda tu frase abierta: No te sobres en tu vida, vive, lucha… día a día.
Por S.R.