¿Qué pasa cuando tus sueños soñados despiertos se hacen dormidos y no los ves? ¿Cuándo las palabras se hacen sordas y no te escuchas? ¿Cuándo las promesas antes de hacerse reales se mueren y no te inmutas? ¡Así empezamos cada año, con aspiraciones y luchas que terminan sin cumplirse y al año próximo repetimos los mismos rituales para querer cambiar cosas que nunca llegan a su destino!
Es curioso cómo nos maquillamos y nos vestimos de gala para tapar nuestros defectos, olvidando los errores del año anterior para volver a empezar, ¿pero a qué? Somos tan estupendos que nos traicionamos a nosotros mismos al vivir con papeles en forma de dinero, que compran engaños y la soledad de otros, engañando así un amor inventado.
¿Qué pasa con tu verdad? Un brindis… Y brindamos por otro año, generalmente rogamos que sea más y mejor. ¿Quién y cuáles brindan o piden cambiar tal engaño? Son pocos los que piden ser más y mejor persona, no solo con el de al lado, tu familia o con un aparente amigo, ¡sino contigo mismo!
¡No mientas a tu alma, brinda por tu caridad, por la verdad, destapa y sé tú! Desnudar la mente no es pecado, perdonarse es de sabios. Traicionar tu corazón por huir de la verdad, ¡eso sí es de… cobarde!
Por S.R.