¡Agradece y amén!

A todos esos grandes amigos que te han traicionado, a los que te han copiado, robado tiempo y llorado. A esos que eran dibujos rotos a los que has animado, cocinado y cuidado. A todos esos minutos que de mañana se hacía noche por quebrar su soledad, a esos… ¡Agradece!

Dadles las gracias por todas las puñaladas, por su cobardía, su falsedad, su cinismo y mediocridad como persona que no son ni lo serán jamás. ¿Gracias? ¡Igualmente!

Ahora que ya has aprendido una valiosa lección, suéltalos, suelta su presencia, su indiferencia y sus recuerdos… ¡Suéltalos! Me pides justicia, no te preocupes, la vida, al igual que da, también quita… A todos esos que hoy caminan sobre egos inventados, mañana los verás rezando el Padre Nuestro, destrozados.

Y no, ni te preguntes por qué ya no estás, te fuiste a otro país a vivir con amor, fe y con gente de verdad. Deja atrás esa ilusa familia sin nombres ni apellidos, esos no son tus hermanos y menos tus amigos. Los tuyos están a tu lado y siempre contigo.

Gracias, dales las gracias por enseñarte a ser más auténtica, más humilde, más sabia… Hasta los puñales te hacen más feliz, cuando ruegas al más allá, él te hace entender que el que cobardemente se va es porque jamás ha tenido que estar.

… ¡Agradezcamos y amén!

Por S.R. 

Dales las gracias por enseñarte a ser más auténtica, más humilde y más sabia.

Desamor…

Un viaje seguro, sin pasaporte ni visado. Una fecha sin edad, ni vuelta. Un vuelo entre nubes, sin saber si detrás de ese blanco gris está un cielo… Un placer corrupto pagado con penas, llantos y arrepentimientos, una sangre de euros sin paga fija.

Un dolor sin amnesia. Hipócritas sin verdades ni remiendos. Cínicos de ley perversa con argumentos usados por pieles muertas. Falsos, amigos de sombras sucias y manchas en sábanas de otros. Familias regadas en grandeza de interés general.

Muerte… miedo. Miedo en vida, vida en engaño. Engaño es realidad y tú y yo muertos en locura. ¿Engaños de vanidad expuestos como maniquíes sin escaparates valiosos? Un robo a tu mentira y un saludo a mi verdad. Muerte… sin plegarias, sangre de honor ya que tú solo has sido un puto error regado de grandeza de pobre, chuuuu…

No llores, no sufras, no te arrepientas de ser quien eres, tu voz está sorda porque tu cariño ya está muerto, esa bala tenía doble cara. Descansa tu excitación, tranquiliza tu inquietud, recuerda ya tienes tu salida, fue tu fe… ¡calla!

Que Dios te prepare tu cama de clavos… Muere tú conmigo mi vida que solo así me darás paz, un virus se olvida, un vicio no tiene cura ¡solo eras un caos! Recuerda tu amor eterno.

Por S.R.

Recuerdos…

Ya entramos en esa época donde el corazón padece más que la razón, recordando una infancia o un tiempo. Donde el mayor regalo era tener a tu familia alrededor de una gran mesa. Donde se vivía esa euforia de volver a ver a esos primos lejanos, los abuelos, los padres, los tíos y tías.

Hoy, para muchos, la mesa se hace pequeña y faltan platos llenos de amor, faltan esos regalos con lazos rojos enormes… El amor. Faltan esos olores, esa alegría nada comercial, falta la bondad y, seguramente… Un recuerdo de alguien que ya no vive, al igual que el sonido de esos villancicos cargados de risas y alegría.

Los hijos de hoy y algunos de ayer, recordarán regalos de plástico y mucha tecnología. Otros, ya empezando una nueva familia, se olvidan de sus orígenes y de aquellos que han hecho parte de su infancia… ¿Juntamos “amigos” y algunos conocidos para llenar ese hueco de mesa pasada? ¿Inventamos amor donde hay dolor, cinismo y mucha hipocresía? Recuerdos, sí… ¡Desde la rabia de un dolor que se esfuma con copas de alcohol mezcladas con un silencio de risas maquilladas!

Gente que no se conoce en años y se desean felicidad a cambio de un simple detalle, tapar la soledad escondida… ¿Navidades frías por recuerdos ardientes? Ser uno mismo todo el año y ser divino es tener realmente un Espíritu Navideño…

En estas Navidades, regala recuerdos, intenta ser tú, no dividas familias, no inventes escaparates. La Navidad no es un anuncio, solo es capacidad de cambios e intento de ser lo que en verdad no eres… Saca lo mejor que hay en ti.

Regala tus buenos recuerdos y vive solo verdades.

Por S.R.

¿¿¿ Momentos ???…

Hay momentos que escuchamos tanto los problemas y las decepciones de los demás que dejamos de escuchar el eco de nuestra mente. Hay momentos que nos metemos en guerras ajenas, en críticas ilusas, gritamos para participar, opinando de derechos humanos, defendiendo razas, opciones sexuales, colores de piel; incluso pateamos muros y rompemos leyes para ayudar a alguien… ¿Valientes cobardes somos?

¿Cuándo usaremos toda esa fuerza para vernos a nosotros mismos? ¿Acaso se puede amar, dar o sentir cargando una coraza por miedo a que los demás nos destapen? Cobarde es el que vive de luchas ajenas sin tener la valentía de enfrentar sus propios temores.

Creo que si uno va cargando con sombras del pasado jamás podrá desnudarse ante su presente y menos aún, planificar una felicidad futura ¡dejemos de ser tan amigos de los demás y tan enemigos de nosotros mismos! Si pones un grano de arena a causas ajenas a ti… coge antes una pala llena y regálatela a tí mismo… hay momentos ¡¡¡Sí!!! No pierdas el tuyo.

Por S.R.