No es una disputa y menos una guerra entre pasado y futuro. Lógicamente en causa están muchos factores: dolor, críticas, luchas, rencor… y lo que menos me gusta, una disputa entre ex y realismo.
Culpar al que entra no arregla el dolor del que rompe, nadie es culpable del pasado de nadie… las relaciones pasan al igual que las edades, una pasión no es un amor, una «segunda» no es menos que una «primera», no es más amado el hijo parido que el hijo «adoptado» (el que opina diferente poco ha amado).
Dar espacio, dejar a la gente ser feliz es crecer como persona, poner trabas o usar el egoísmo o el chantaje para retener o amargar a un ex, es poco amar a unos hijos o a uno mismo.
Amar es no retener a nadie obligado a tu lado. Ser feliz es aceptar otros colores en tu vida, es darse cuenta de que solo criticamos lo que no podemos ser y recordar que la vida ¡¡Es solo una!!
No hay que reflejar en otros los defectos que te han llevado hoy a ser una ex… ¿O un fantasma?
Por S.R.
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